En el pasado os hemos hablado de las diferentes alternativas que existen para convertir nuestro Mac en un media center perfecto para servir de puerta de acceso a todos nuestros contenidos audiovisuales desde la comodidad de nuestro salón, pero hasta ahora nunca habÃamos profundizado en ninguna de ellas. En vista de la demanda popular hemos decidido poner solución a esto y aquà tenéis el primero de una serie de artÃculos en los que desentrañaremos todos los secretos de una de las opciones más populares: Plex.
Basado en el proyecto XBMC al igual que otras soluciones como Boxee, Plex ofrece un alto grado de integración con Mac OS X, permitiéndonos acceder sin mayor complicación a las librerÃas de iTunes, iPhoto, Aperture o incluso Lightroom para reproducir nuestra música o visualizar nuestras fotografÃas junto a cientos de fuentes de vÃdeo directamente desde Internet utilizando una interfaz que exprime al máximo el Apple Remote. PodrÃa hablaros durante horas de sus muchas virtudes, como la decodificación multi-núcleo de H.264, el soporte de infinidad de formatos de vÃdeo y audio (incluyendo AC3 y DTS), subtÃtulos, su intérprete de Python y tantas más, pero mi preferida es sin duda el modo librerÃa que organiza las pelÃculas y series que tengamos en el disco duro descargando automáticamente su información, carátulas, nombres de episodios o puntuaciones y nos recuerda aquellos que tenemos pendientes por ver haciéndonos la vida mucho más cómoda y sencilla.
Plex, instalación y requisitos mÃnimos
La versión 0.8.5 de Plex solo está disponible para Mac OS X Leopard y Snow Leopard en equipos con procesadores Intel (si aún utilizáis un equipo PowerPC vuestra mejor baza es XBMC) y cuenta con unos requisitos mÃnimos que difieren en función de nuestras necesidades. Para reproducir contenido en alta definición (720p y 1080p) se necesita un Intel Core Duo a 1.6 Ghz o superior con al menos 1 GB de RAM mientras que para resoluciones inferiores podemos conformarnos con un Core Solo a 1.5 GHz y 512MB de RAM.
En la práctica, según mi experiencia, la optimización del reproductor de Plex hace posible lo que, por ejemplo VLC no puede: reproducir un vÃdeo a 720p en un Mac mini Core Solo a 1.5 GHz y 1 GB, asà que imaginad de lo que es capaz con la
nueva generación.
En cuanto a la instalación, nada complicado. Descargamos la
última versión, abrimos la imagen de disco DMG (algo automático normalmente) y arrastramos la aplicación a la carpeta de aplicaciones. Si utilizamos Snow Leopard, al ejectar por primera vez el programa nos informará de un problema conocido del Apple Remote con las primeras versiones de Snow Leopard que se soluciona instalando Candelair pero si estáis al dÃa con las actualizaciones podéis ignorarlo sin problemas.
Configuración inicial
En el apartado Preferencias encontraréis todas las opciones de configuración para personalizar cada aspecto de Plex, desde el tema o los subtÃtulos hasta los ajustes de hardware o el ahorro de energÃa. Aquà sin embargo vamos a centrarnos en las opciones que afectan a la biblioteca, a la que le dedicaremos toda nuestra atención en el siguiente artÃculo.
Mientras tanto, lo que necesitáis hacer para dejarlo todo a punto es activar “Actualizar biblioteca en el arranque” dentro de Preferencias / VÃdeos / Biblioteca y, opcionalmente, si no quieres que te de la lata el cuadro de progreso de actualización, marcar “Siempre actualizar la biblioteca en segundo plano”. Por cierto, un pequeño truco si más adelante experimentas algún problema con tu biblioteca tras eliminar alguna pelÃcula o moverla de sitio es pulsar sobre la opción “Limpiar biblioteca”. Puede resultar realmente útil.
Por último si tenemos varios equipos y queremos compartir las librerÃas entre ellos (incluyendo las de iTunes y demás), solo tenemos que instalar Plex en cada uno de ellos y activar las opciones “Mode: Enabled” y “Always Running” que encontraréis en Preferencias / Sistema / Media Server.
Fuente.