Twitter falla en el control de falsas identidades

La facilidad con que un ciudadano británico suplantó en Twitter la identidad de la esposa de Rupert Murdoch y creó una cuenta con su nombre ha escandalizado en la prensa internacional. Lo más notable es que, por un error de Twitter y de la empresa de Murdoch, inicialmente se validó la cuenta y se presentó como auténtica. Al cabo de 48 horas, una vez descubierto el error, Twitter pidió disculpas, pero insistió en mantener sus sistemas de control sobre falsas identidades en secreto. En 2009, la red social abrió un programa por el que un internauta podía solicitar la validación de su cuenta como auténtica. Twitter lo cerró al cabo de un tiempo y ahora es la red social la que toma la iniciativa de evaluar la fiabilidad de una cuenta. La compañía de Murdoch no demandará a la red social porque en su casa vivieron un problema parecido con una suplantación del actor Johnny Deep en MySpace.

El abogado de ePrivacidad Samuel Parra ha comentado a este diario que no hay una legislación específica para estos casos, pero que se puede recurrir a las leyes generales para buscar protección en caso de suplantación de la identidad. “Hay tres caminos. Una denuncia ante la Agencia de Protección de Datos que puede terminar en una sanción. En este caso no se trata de una indemnización. Es una multa que cobra la Administración. También se puede acudir a un proceso civil para reclamar los daños y perjuicios sufridos. Y cabe una denuncia ante la jurisdicción penal por usurpación del estado civil, una figura delictiva recogida en el Código Penal”.

La Agencia de Protección de Datos española ha comentado que, aunque no son muy numerosas, en los últimos tiempos ha registrado un incremento en las reclamaciones vinculadas a la difusión de datos personales sin consentimiento de sus titulares por Internet, principalmente en el ámbito de las redes sociales o portales de vídeo, aunque también en otros servicios tales como portales de contactos, foros… El año pasado, la agencia multó con 2.000 euros una suplantación en la red Badoo en la que su autora se hacía pasar por la víctima presentándose como una persona que buscaba contactos eróticos. La Audiencia Provincial de Segovia dictó el año pasado una sentencia por un perfil falso en Tuenti y condenó a las chicas que lo crearon a 200 euros de multa y a una indemnización por daños morales de 12.400 euros.

El caso de Twitter se produjo después de que Rupert Murdoch abriera su cuenta en Twitter a principios de este año. Al poco tiempo, apareció una cuenta, @wendi_deng, atribuida oficialmente a la esposa de Murdoch.

La cuenta —registrada bajo el nombre de Wendi Deng Murdoch— había reunido más de 10.000 seguidores ansiosos por conocer detalles de la vida personal de Murdoch. Al cabo de 48 horas, Twitter publicó un mensaje en el que reconocía que la cuenta fue erróneamente verificada. El autor de la falsa cuenta es un británico que ha manifestado su perplejidad a The Guardian por el hecho de que Twitter no se pusiera en contacto con él para verificar la fiabilidad de la misma. Cuando vio que Twitter había verificado la cuenta, admite, llegó a pensar que había ido demasiado lejos con la broma. En cualquier caso, insiste, no recibió ninguna comunicación de la red social en el correo que adjuntó al registrarla. Varios medios, tras el incidente, ya han mostrado su preocupación por la falta de garantías del proceso de verificación, que califican de “agujero”.

Domingo Marte

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