El abogado de ePrivacidad Samuel Parra ha comentado a este diario que no hay una legislación especÃfica para estos casos, pero que se puede recurrir a las leyes generales para buscar protección en caso de suplantación de la identidad. “Hay tres caminos. Una denuncia ante la Agencia de Protección de Datos que puede terminar en una sanción. En este caso no se trata de una indemnización. Es una multa que cobra la Administración. También se puede acudir a un proceso civil para reclamar los daños y perjuicios sufridos. Y cabe una denuncia ante la jurisdicción penal por usurpación del estado civil, una figura delictiva recogida en el Código Penal”.
La Agencia de Protección de Datos española ha comentado que, aunque no son muy numerosas, en los últimos tiempos ha registrado un incremento en las reclamaciones vinculadas a la difusión de datos personales sin consentimiento de sus titulares por Internet, principalmente en el ámbito de las redes sociales o portales de vÃdeo, aunque también en otros servicios tales como portales de contactos, foros… El año pasado, la agencia multó con 2.000 euros una suplantación en la red Badoo en la que su autora se hacÃa pasar por la vÃctima presentándose como una persona que buscaba contactos eróticos. La Audiencia Provincial de Segovia dictó el año pasado una sentencia por un perfil falso en Tuenti y condenó a las chicas que lo crearon a 200 euros de multa y a una indemnización por daños morales de 12.400 euros.
El caso de Twitter se produjo después de que Rupert Murdoch abriera su cuenta en Twitter a principios de este año. Al poco tiempo, apareció una cuenta, @wendi_deng, atribuida oficialmente a la esposa de Murdoch.
La cuenta —registrada bajo el nombre de Wendi Deng Murdoch— habÃa reunido más de 10.000 seguidores ansiosos por conocer detalles de la vida personal de Murdoch. Al cabo de 48 horas, Twitter publicó un mensaje en el que reconocÃa que la cuenta fue erróneamente verificada. El autor de la falsa cuenta es un británico que ha manifestado su perplejidad a The Guardian por el hecho de que Twitter no se pusiera en contacto con él para verificar la fiabilidad de la misma. Cuando vio que Twitter habÃa verificado la cuenta, admite, llegó a pensar que habÃa ido demasiado lejos con la broma. En cualquier caso, insiste, no recibió ninguna comunicación de la red social en el correo que adjuntó al registrarla. Varios medios, tras el incidente, ya han mostrado su preocupación por la falta de garantÃas del proceso de verificación, que califican de “agujero”.
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